Con el devenir de las medidas de salud propuestas por los gobernantes de los países para prevenir los contagios por Covid-19 surgen también las consecuencias psicológicas de las que tampoco podemos escapar.

El momento histórico que estamos viviendo está sometiendo a prueba nuestra capacidad de afrontamiento y las recomendaciones vienen y van mientras se intenta educar a la población para que no sucumba ante la crisis. Las medidas sanitarias parecen a David frente a Goliat mientras los casos continúan subiendo y las especulaciones acerca de la vacuna continúan revolviéndose en redes sociales.
Entendamos esto: la pandemia no está haciendo que actuemos mal (en nuestras relaciones familiares o laborales y en el manejo de la ansiedad o el estrés) lo que está haciendo es dejándonos en evidencia. Está dejándonos sin recursos de huida y provocando que tengamos que afrontar lo que no queríamos: no tenemos buenos hábitos de salud mental. Creíamos que nuestros recursos psicológicos eran muy buenos pero hemos demostrado que no es así.
Sin embargo, no es tarde para empezar a blindar nuestra mente, para dotarla de los recursos necesarios para hacerle frente a las crisis. Nos espera un año que seguramente será difícil, esto no es pesimismo sino más bien es enfrentar la realidad sin tratar de maquillarla. Solo a través de ser honestos con lo que está frente a nosotros podemos prepararnos para afrontarlo.
¿Cuáles son las estrategias que podemos utilizar para enfrentar lo que está pasando? Seguramente ya has hecho algunas búsquedas en internet y las respuestas se parecen a estas:
· Mantén una rutina establecida durante el día
· Aliméntate bien
· Haz ejercicio
· Mira una serie con tu familia
· Lee un buen libro
· Practica la meditación
Puedo seguir con la lista pero de seguro estas ideas son suficientes para ilustrar lo que quiero decir. La pregunta es: ¿Realmente eso funciona? La respuesta es sí, son medidas que si logramos convertirlas en hábitos nos darán muy buenos resultados. Pero eso sí, toma en cuenta lo siguiente que voy a decirte porque ahí radica el éxito o no de todas las recomendaciones:
No todos afrontamos las crisis de la misma manera. Esto es así porque los recursos de los que disponemos varían entre persona y persona. Tanto los recursos internos (el desarrollo espiritual, la inteligencia emocional, la identidad sana, etc.) como los recursos externos (la unidad familiar, el apoyo de los amigos, el acceso a consejeros o psicólogo, los recursos materiales, los ingresos financieros, etc.); no son iguales para todos, más bien podemos verlos como variables que nos distinguen y nos obligan a valernos de la combinación sabia que hagamos de ellos para afrontar mejor la crisis.
Debemos aprender a utilizar los recursos que poseemos como nuestra primera estrategia de afrontamiento. De seguro hay otros que puedes aprender en terapia, en buenos libros, en la Biblia, en conferencias o talleres, etc., pero esos serán tu segunda línea de defensa. Lo primero es con lo que cuentas, lo que ya posees, porque lo que todavía no has aprendido lo podrás utilizar una vez que lo internalices pero mientras eso pasa la pandemia sigue ejerciendo presión sobre tu vida y tienes que responder.
Responde con lo que ya posees, esta es tu primera línea de defensa. Quiero enseñarte a descubrir con qué cuentas. Lo haremos contestando las preguntas:
· ¿Cuál?
¿Cuál —o cuáles— situación difícil he superado a lo largo de mi vida?
Piensa en pérdidas, frustraciones, derrotas, fracasos o crisis que has enfrentado antes, ya sea de tipo amoroso, laboral, familiar, espiritual, etc.
· ¿Cómo?
¿Cómo lograste superarlo?
Piensa en las medidas que tomaste, los consejeros a los que acudiste, los hábitos que desarrollaste, etc., solo debes tener cuidado de discriminar muy bien cuáles de esas medidas fueron saludables porque algunas veces las acciones que tomamos son más de escape que de afrontamiento. En este casos las que necesitamos son las medidas saludables de afrontamiento.
· ¿Qué?
¿Qué principio encuentras en esas medidas? Los principios son las herramientas que puedes extrapolar a otras situaciones.
Piensa, por ejemplo, que pudiste haber acudido al apoyo de un amigo llamado Víctor quien te dio un consejo que te abrió los ojos y pudiste tomar una decisión acertada. Esa es la acción tomada pero el principio es lo que puedes aplicar en el presente. Quizás Víctor ya no es cercano, o ya no está o sencillamente no tienes cómo contactarlo. Aun así puedes obtener el principio: apoyarte en un mentor. Entonces ya no buscas a Víctor pero sí a otra persona de más experiencias o un profesional que te ayude a ver algo que no estás viendo.
· ¿Dónde?
¿Dónde puedes aplicar el principio que obtuviste? Esta es la pregunta de la puesta en práctica. En la anterior destacabas el principio, en esta lo pones en práctica.
Piensa que no todo puedes aplicarlo al pie de la letra sino debes adaptarlo a la realidad. Por ejemplo puede que la medida adoptada en otro momento de tu historia haya sido la de practicar un deporte, digamos fútbol. Eso te llevó a integrarte a un equipo y ayudó a canalizar tu energía y humor. La medida no la puedes aplicar si hay una restricción para los deportes colectivos y quizás debes pensar en uno que sea individual. El principio en este caso es el ejercicio físico y la aplicación va a cambiar porque tendrás que aprender uno nuevo o practicar otro como pilates, salir a correr o cardio…, el punto es que sepas aplicarlo a tu realidad sin quejarte por no poder hacerlo como antes.
Siguiendo esta guía lo que estás haciendo es utilizando tu historia de éxito para afrontar el presente. A eso lo conocemos como resiliencia y es muy necesaria en este momento en el que vivimos.
No solo nuestro cuerpo está siendo sometido a cambios en los hábitos y las rutinas sino también nuestra mente. Por eso es necesario que te conozcas, que desarrolles el autoliderazgo; empezando por autodescubrirte. Escanea tu ser y descubre qué hay en tu arsenal interno que puedes usar como recurso de primera defensa ante la crisis que estamos enfrentando.
Si deseas explorar más acerca de tus recursos internos te ofrezco un mapa que te ayude en el recorrido, no solo quiero ofrecerte el mapa sino enseñarte a leerlo. Por eso te invito a conocer “Fundamentos para una vida épica”, un libro que escribí para brindar una orientación sana, concreta y práctica para conocerte y afrontar la vida con éxito. Si deseas más información puedes pedirla a través de mis redes sociales.
Con libro o sin libro aquí te estoy dejando una breve guía para descubrirte y afrontar el año que tenemos por delante. Eres el diseñador de tu vida, eres el artista, puedes hacer de tu vida una obra maestra. Disfruta descubriendo tus recursos y recordando tus historias de éxito. Si esto fue útil, comparte y comenta.
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