Las noticias que leemos y escuchamos influyen en nuestro estado de ánimo y en nuestra percepción del futuro.

La Iglesia no está extinta, tampoco desacualizada. La Iglesia no puede contenerse en cuatro paredes porque es como su creador: indomable.

El mundo cambia a cada minuto, a la Iglesia le toma meses gestionar un solo cambio. Necesitamos seguir siendo relevantes al mundo.

Vive tu historia. Tienes un propósito que no se cumplirá viviendo la historia de alguien más. Es tu viaje, tu vida.

La Iglesia solo sobrevive cuando las nuevas generaciones son entrenadas para asumir el liderazgo.

Experimentar la vida. Estamos hechos para la vida pero no sabemos vivirla. A veces aprender nos toma toda la vida.

¿Sirve la Biblia para algo en el mundo actual?

EMERGE. Aprender a vivir. La razón para la que existes es VIVIR. A plenitud.